NECESIDADES DE SUEÑO Y DESCANSO DE 0-4 MESES
El sueño en los
recién nacidos es bastante desordenado, ya que en un primer momento continúan
guiándose por los ciclos de su vida intrauterina. Hasta los 2 meses , los bebés duermen en general entre 16 y 18 horas al día,
divididas en períodos de cuatro horas como máximo. Lo normal en esta etapa es
que necesiten de tu colaboración para dormirse, ya que su sistema neurológico
está aún en pleno desarrollo.
Es conveniente comenzar desde temprano a enseñarles
rutinas de sueño, ya que una rutina no se establece repentinamente, sino que se
desarrollará en forma gradual. Es importante comenzar a organizarles el día con
pequeñas rutinas de baño, paseos
y comidas. Esto ayudará al pequeño a que comience lentamente a dormir de
corrido una mayor cantidad de horas.
Consejos
para establecer una rutina de sueño
A continuación te damos algunos consejos para que puedas inculcarle a tu
bebé hábitos de sueño saludables desde sus primeros días de vida.
·
Dónde dormirle
Es recomendable que duerma siempre en el mismo lugar, tanto de día como
de noche, y en lo posible respetar el horario de la siesta y el de acostarse al
final del día. Es importante que esta premisa se aplique inclusive en
vacaciones o en caso de recibir visitas.
·
Acostarlo antes de que esté demasiado cansado
La hora de dormir debe comenzar antes de que el bebé este excesivamente
cansado. Considera que durante las primeras seis u ocho semanas no se mantendrá
despierto por más de 2 horas. Por más extraño que parezca, acostar temprano a
tu hijo implicará que se despierte más tarde, ya que si se acuesta muy cansado
dormirá peor. Es erróneo pensar que mantenerlo despierto por más tiempo hará
que luego duerma una mayor cantidad de horas.
·
Marcarle la diferencia entre el día y la noche
A partir de la segunda semana puedes comenzar a enseñarle la diferencia
entre el día y la noche. Sobre todo si tu niño es de los que permanecen completamente
despiertos durante la noche y duermen a lo largo del día. Para ello, juega
mucho con él durante el día, no minimices los estímulos luminosos como ventanas
abiertas o luces encendidas y tampoco te esfuerces por disminuir los ruidos
comunes durante este momento de la jornada.
Contrariamente, por la noche mantén bien oscurecidos los ambientes, no
enciendas la luz para alimentarlo, no hagas mucho ruido, no juegues con él si
se despierta y tampoco le hables demasiado.
·
Dejarlo dormirse solo
A partir de la sexta semana puedes comenzar a enseñarle a tu niño a
dormirse solo. Para ello no debes amamantarlo ni acunarlo en brazos mientras lo
haces dormir. Si se queda dormido mientras lo alimentas ponlo inmediatamente en
la cuna y quédate junto a él hasta que concilie el sueño por completo. La clave
es acostarlo cuando aún está somnoliento, un momento antes de que se duerma por
completo.
·
Qué hacer si se despierta por la noche
Cuando se despierte por la noche debes dejarle en
claro que no es hora de jugar sino de alimentarse. No enciendas las luces, ni
tampoco le hables. Solamente aliméntalo, cámbialo si es necesario y vuelve a
acomodarlo en su cuna. Cuanto menos interesantes le resulten al bebé esos
momentos en los que se despierta por las noche, más velozmente entenderá que
debe volver a dormirse.
¿Cuánto
debe dormir mi bebé en esta etapa?
Que los bebés aprendan buenos hábitos y patrones de sueño depende de los
padres. Entre los 3 y 4 meses de edad, los niños ya están preparados para
dormir 14 o 15 horas por día, de las cuales entre 9 y 10 horas. las duermen de
noche y el resto en pequeñas siestas durante el día.
Es probable también que entre los 3 y 5 meses de edad continúen despertándose de noche para
recibir alimentos.
PROCEDIMIENTO DE LA TÉCNICA DE SUEÑO Y DESCANSO.
Lo primero, después de establecida una rutina, con horarios y
hábitos que hagan sentir más seguros a los niños, es hacer con que ellos se
acostumbren a ella, para irse a la cama. Para eso es necesario conocer al niño,
observarlo, y así descubrir lo que le ayuda a sentirse más calmo. Hay niños que
no pueden dormir sin escuchar una canción. A otros, les encantan que les
cuenten cuentos antes de dormir, y otros aún acaban rendidos y dormidos con
solo rascar les la espalda. Todo dependerá de los hábitos que sus padres hayan
adoptado y puestos en práctica.
Los bebés generalmente duermen cuando se sienten cansados. Si
tienen dificultad para relajarse y quedarse dormidos, llorarán, pero se
quedarán acostados en la cama. Lo mejor en estos casos, y dependiendo del
carácter que tenga el bebé, es tratar de hacer silencio, y salir de la
habitación sin hacer ruido. Si el bebé sigue llorando, lo ideal es ayudarle a
dormir, aunque sea con un chupete, una nana... Costará un poco de tiempo pero
si se mantiene el hábito, el bebé se sentirá más seguro y se dormirá con el
tiempo.
Cuando al niño le gusta más jugar que dormir
A los niños de 1 o 2 años, les gusta jugar más que dormir.
Para hacerles dormir en esta etapa, lo mejor es calmarles leyéndoles libros de
cuentos infantiles al acostarles. O simplemente cantarles alguna “nana”. En la
edad preescolar lo mejor es relajar-les jugando con la imaginación. Pídeles que
cierren los ojos y se imaginen en algún escenario de la historia que le vas a
contar. En un bosque o en la isla del país de Nunca Jamás, o nadando en el
fondo del mar... A los niños de edad escolar, la rutina estará muy determinada.
Pero eso no quiere decir que un día el niño no vaya a salir con la suya. Lo
mejor para relajar les es leerles cuentos infantiles o que los lean ellos
mismos.
Recién nacidos:
16-17 horas durmiendo. Ciclos de 4 horas regulados por los períodos de alimentación
e higiene.
A partir de los 3
meses: se van adaptando al ritmo biológico de 24 horas, Pueden dormir 4 o 5
veces durante el día y el 70 de los niños ya pueden aguantar 8 horas seguidas
por la noche. La duración de su período de actividad-vigilia es de una a dos
horas.
A partir de los 12
meses: duerme en 2 períodos al día. Progresivamente se van ampliando lo
períodos de vigilia y disminuye el número total de horas que necesita dormir al
día.
A partir de los
3-4 años: hasta los 4 o 5 años se puede mantener la siesta, dividiendo los
períodos de actividad en dos. Las horas de sueño nocturno tienen que ser 10 o
11. En muchos casos, coincidiendo con el inicio del parvulario, se elimina la
siesta del horario infantil.
ESTÍMULOS EXTERNOS
Ruido-silencio. Lo mismo que con
la luz, durante el día se generan ruidos, tanto dentro de casa como fuera, que
no se hace nada por mitigar. Durante la noche, en cambio, no se oyen tantos
ruidos debido a la disminución de actividades
Horarios de comidas. El desayuno se recomienda que sea a las 8 de la mañana, la comida a las
12 del mediodía, la merienda a las 4 de la tarde y la cena alrededor de las 8
de la noche.
Hábitos de sueño. Implica tanto la actitud de los padres, que deben transmitir seguridad,
tranquilidad, actitud de enseñar y conducta repetitiva, como un conjunto de
objetos externos con los que se asocie el acto de dormir, que permitan que las
condiciones en las que se duerma se puedan mantener a lo largo de la noche. El
más impotente es la cuna: el niño debe dormirse en su cuna, no en el sofá o en
la hamaca. Además los otros objetos que se le proporcionen no deben requerir la
presencia del adulto, por ejemplo, el osito, la manta, el peluche.
Las condiciones de los espacios destinados al sueño han de ser saludables
Para que esto sea
así el lugar donde van a dormir sea un espacio resguardado de la actividad de
otros niños o de otras actividades que se estén realizando en el centro. Además
su ambientación ha de transmitir tranquilidad y relajación.
En el caso de los
lactantes, se debe disponer de un dormitorio con cunas, separado del aula pero
cercano, de manera que unos puedan dormir cuando lo necesiten y otros
permanecen despiertos. Debe de estar condicionado de tal manera que los ruidos
externos no molesten, pero que los ruidos producidos por los niños que duermen
si pueden ser sentidos.
En las aulas de
los niños y niñas más mayores también debe existir la posibilidad de que puedan
descansar cuando lo hesiten, habilitando un espacio retirado con colchonetas o
hamacas.
En cualquier
situación, el espacio debe ventilarse sea cual sea la época del año.
En los momentos de
sueño diurno no es necesaria una total oscuridad pero sí cierta penumbra.
Para acostarse es
imprescindible descalzarse y aligerarse de ropa, garantizando la libertad de
movimientos, la transpiración y la no existencia de rugosidades o pliegues que
puedan causar molestar.
El
sueño ha de ser agradable y placentero
Además de
saludable, el sueño también debe ser agradable y placentero. Si los niños no
encuentran por sí solos los motivos y el gusto por dormirse, los educadores han
de ayudarles haciendo que consigan un ritmo pausado de respiración (entonando
una canción de cuna, por ejemplo), ofreciéndole un objeto de transición,
leyéndole un cuento, etc. Las estrategias que se utilicen en cada caso deberán
estar en consonancia con el nivel de desarrollo evolutivo y afectivo-emocional
de los niños.
Las actividades
previstas en el momento de acostarse deben ser relajadas para ayudar al
tránsito de la vigilia al sueño: cambio de pañales, leer un cuento, cantar una
canción…
También es
importante respetar los ritos individuales (chupar algo, balancearse, tocar
algún objeto,…) y desearle individualmente a cada uno un buen sueño.
Para que el
momento del sueño sea placentero también es importante que el despertar lo sea,
de manera que éste sea espontáneo.
El
espacio y los momentos destinados al sueño deben se reconocibles por el niño
Hay elementos que
pueden indicar a los niños que se acerca el momento de dormir: actividades más
relajadas, actividades de limpieza, proporcionándoles los elementos para dormir
(bajar las persianas, recoger los juguetes, preparar las colchonetas,…)
Todos estos
elementos predisponen a los niños y niñas a intentar conciliar el sueño, la
repetición del ritual a la hora de dormir da seguridad.
La situación de
dormir ha de ser adaptada y adaptable
Es importante
respetar el modo de dormirse, la cantidad de sueño que cada niño necesita y las
dificultades que pueden tener. También hay que tener en cuenta que los niños y
niñas tienen que ir adquiriendo cada vez más autonomía. La presencia de la
persona adulta, las palabras tranquilizadoras y la potencian del deseo de
crecer y de hacerse mayor les ayudarán a avanzar en estas situaciones.
Uno de los temas más importantes de la seguridad para niños
es considerar la clase de ropa de cama que requieren los niños
– No comparta su cama con los bebes existen muchos riesgos que conllevan el compartir la cama con niños de menos de 2 años de edad. Los niños menores de 2 años de edad no deben compartir la cama con los adultos debido al riesgo de abogamiento y asfixia entre otros. Cada año, al menos 100 niños menores de 2 años de edad mueren después de haber sido colocados en camas adultas.
-Los bebés jamás deben descansar o dormir en camas de agua, almohadas, cohines, o sillas tipo puf, o sacos ya que las anteriores pueden causar asfixia/ahogamientos.
La cuna debe cumplir con los siguientes reglamentos federales de seguridad:
– No comparta su cama con los bebes existen muchos riesgos que conllevan el compartir la cama con niños de menos de 2 años de edad. Los niños menores de 2 años de edad no deben compartir la cama con los adultos debido al riesgo de abogamiento y asfixia entre otros. Cada año, al menos 100 niños menores de 2 años de edad mueren después de haber sido colocados en camas adultas.
-Los bebés jamás deben descansar o dormir en camas de agua, almohadas, cohines, o sillas tipo puf, o sacos ya que las anteriores pueden causar asfixia/ahogamientos.
La cuna debe cumplir con los siguientes reglamentos federales de seguridad:
• No falten travesaños
o barandas. Los travesaños o barandas no deben estar a más de 2-3/8 pulgadas (6
cm) entre sí (el ancho aproximado de una lata de refrescos o gaseosa).
• En su posición
elevada, el riel o baranda horizontal superior del lado ajustable de una cuna
debe estar a 26 pulgadas (65 cm) del fondo del colchón de la cuna para prevenir
las caídas.
• La cuna debe estar
libre de bordes filosos, tornillos expuestos y postes o varas sobresalientes
que puedan atrapar la ropa de su bebé.
• Las cunas no deben
incluir diseños recortados de cabecera ni de pie de cama, que pueden atrapar a
su bebé
• La pintura en las
superficies de la cuna no debe ser tóxica.
Dentro de la Cuna
• Mantenga los rieles o barandas de la cuna elevada cuando
haya un niño dentro de la cuna. Asegúrese de que los pasadores laterales tengan
buen aguante.
• El colchón debe caber de forma apretada.
No más de dos dedos de
su mano deben caber entre el borde del colchón y los lados de la cuna.
• No utilice
almohadillas plásticas para colchones, ya que pueden causar asfixia.
• Las sábanas de la
cuna deben tener un ajuste ceñido alrededor de todas las esquinas y los lados.
• Las almohadillas amortiguadoras deben afianzarse a la cuna con seis correas o
más. Recorte las correas excesivamente largas y quite las almohadillas
amortiguadoras cuando su bebé pueda hincarse o ponerse de pie.
• No utilice almohadas, animales de peluches ni mantas
gruesas, que pueden causar asfixia o ahogamiento.
• No utilice gimnasios de cuna ni móviles que cuelguen a baja
altura sobre la cuna. • Baje el colchón de la cuna antes de que su bebé pueda
ponerse de pie. Mueva su niño a una cama si puede levantarse agarrando el riel,
salirse de la cuna o si el niño alcanza una estatura de 35 pulgadas (88 cm) de
alto. Los rieles protectores de las camas deben tener una separación de 3½
pulgadas (8.75 cm) o menos. Cunas y Moiseses Portátiles Muchas de las
recomendaciones para la seguridad de las cunas se aplican también a las cunas y
los moiseses portátiles.
Sin embargo, debe tener presente lo siguiente:
• Jamás deje a un infante
en una cuna portátil con el lateral o baranda lateral plegada hacia abajo. El
niño puede rodarse dentro del espacio entre el colchón y la malla y quedar
atrapado. • Asegúrese de que los pasadores de la cuna estén enclavados para
impedir el colapso de la cuna. • Asegúrese de que los lados de tejido de malla
estén intactos. Inspeccione el tejido con frecuencia por si existen desgarres.
• El grosor del
colchón en una cuna portátil no debe sobrepasar una pulgada (2.5 cm).
• No utilice colchones o cojines adicionales, ya que esto
puede causar asfixia. • Las cunas y los moiseses deben tener una base amplia y
estable con un fondo resistente.
• Asegúrese de que el moisés o la cuna tenga un colchón bien
ajustado, que requiera sábanas de su propio tamaño y su propio protector de
colchones.
• Deje de hacer uso de
un moisés o una cuna para recién nacidos cuando su niño alcance el peso máximo
especificado por el fabricante o cuando su bebé pueda erguirse o pararse con
las manos, lo que suceda primero.
Monitores de Cuna Un monitor de cuna ofrece seguridad y
comodidad adicional cuando su bebé está tomando una siesta o durmiendo. Utilice
estas recomendaciones generales con los monitores de cuna:
Es la muerte repentina e inesperada
de un niño menor de 1 año de edad. Una autopsia no revela una causa explicable
de la muerte.
Causas
La causa del SMSL se desconoce. En la actualidad, muchos médicos e
investigadores creen que el SMSL es ocasionado por muchos factores, entre
ellos:
·
Problemas con la capacidad del bebé para despertar (estimulación del
sueño).
·
Incapacidad del cuerpo del bebé para detectar acumulación de dióxido de
carbono en la sangre.
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de SMSL:
- · Dormir boca abajo.
- · Estar en un ambiente con humo de cigarrillo mientras están en el útero o después de nacer.
- · Dormir en la misma cama con sus padres (dormir acompañado).
- · Tendidos de cama blandos en las cunas.
- · Partos múltiples (ser mellizo, trillizo, etc.).
- · Partos prematuros.
- · Tener un hermano o hermana que padeció SMSL.
- · Madres que fuman o consumen sustancias psi-coactivas.
- · Nacer de madre adolescente.
- · Intervalos de tiempo cortos entre embarazos.
- · Cuidado prenatal tardío o ausencia de éste.
- · Vivir en condiciones de pobreza.
Aunque los estudios muestran que los bebés con los factores de riesgo
antes mencionados presentan más probabilidades de resultar afectados, el
impacto o importancia de cada factor aún no está bien definido ni entendido.
Síntomas
Casi todas las muertes por SMSL se presentan sin ningún aviso ni
síntoma. La muerte ocurre cuando se cree que el bebé está durmiendo.
Pruebas y exámenes
Con los resultados de la autopsia no se puede confirmar la causa de
muerte. Sin embargo, la información de una autopsia puede aportar al
conocimiento general sobre este síndrome. Las leyes del estado pueden exigir
una autopsia en caso de una muerte inexplicable.
Frecuencia
respiratoria en niños de 0-1 año
Al igual que la frecuencia cardíaca, la frecuencia de respiración son las veces que hacemos un proceso completo de respiración por minuto, el proceso es la inhalación y la exhalación.
Las frecuencias normales de respiración están entre otras causas en función de la edad en situaciones normales se pueden tomar los siguientes valores como normales de respiración
Bebes de cero a seis meses: de 30 a 50
Bebes de seis meses a un año: de 20 a 40
La
frecuencia respiratoria puede verse influida por muchos factores, casi parejos
a los que afectan a la frecuencia cardíaca. Tales como el nerviosismo, la edad, el dolor, la ansiedad, el
cansancio o el metabolismo.
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